martes, 27 de marzo de 2012

LOS 4 ESTADOS DE CONCIENCIA




Existen cuatro estados de Conciencia: SUEÑO,
CONCIENCIA DE VIGILIA, AUTOCONCIENCIA y CONCIENCIA
OBJETIVA.
Imaginad una casa de cuatro pisos; la bestia intelectual
vive en los dos pisos inferiores.
De ninguna manera resulta exagerado afirmar que
los dos pisos superiores de la casa de la Conciencia
son absolutamente desconocidos para la pobre bestia
intelectual.
El primer estado de Conciencia es el SUEÑO normal,
común y corriente. Durante el sueño, el Yo pluralizado,
envuelto en sus cuerpos lunares protoplasmáticos,
abandona el cuerpo físico y ambula por el mundo molecular






El segundo estado, equivocadamente calificado como
estado de CONCIENCIA DE VIGILIA, es en el fondo una
simple continuación del sueño, ciertamente mucho más
peligroso que el primer estado.
El hombre es soñador en un ciento por ciento. Alguien
dijo que la vida es sueño, y no se equivocó.
La bestia intelectual trabaja soñando, maneja carros
soñando, nace soñando y muere soñando.
Los Cuatro Evangelios de Jesús el Cristo insisten en la
necesidad de despertar, pero la bestia intelectual cree que
está despierta; cuando alguien acepta que está dormido
es señal inconfundible de que quiere despertar.
El mundo tiene siete dimensiones, pero el animal
intelectual sólo percibe tres porque está dormido.
El animal intelectual tiene una idiosincrasia psicológica
espantosamente tridimensional, y por ello su
sentido espacial deficiente sólo percibe longitud, latitud
y altura.
El desarrollo del sentido espacial sólo es posible con
el despertar de la Conciencia.
La clara percepción de las dimensiones superiores
del espacio sólo es posible con el despertar de la Conciencia.
La huella que un punto deja al moverse en el espacio
es la línea; la huella que una línea deja en el espacio
es la superficie; la huella que una superficie al moverse
deja en el espacio es el sólido, la huella que un sólido
deja en el espacio al moverse es el hipersólido, la cuarta
dimensión de un cuerpo cualquiera.



El hipersólido, el hipervolumen, el hiperespacio, solo
son perceptibles con el despertar de la Conciencia.
Se nos ha dicho que en su aspecto exclusivamente
temporal la cuarta dimensión es el tiempo.
Se nos ha informado que la quinta dimensión es la
eternidad. Fuera de toda duda la sexta dimensión está
más allá de la eternidad y el tiempo.
Existe el cero absoluto en cuestión dimensional; la
dimensión cero es Espíritu puro: esta es una séptima
dimensión.
La bestia intelectual está embotellada en la geometría
de Euclides porque jamás ha despertado Conciencia.
La Conciencia que duerme se contenta con la geometría
tridimensional de Euclides.
Las criaturas UNIDIMENSIONALES solo poseen sensaciones
de placer y dolor, gusto y disgusto. Ejemplo:
el caracol.
Las criaturas BIDIMENSIONALES, tales como el
perro, el gato, el caballo, etc., poseen sensaciones y
representaciones.
El BÍPEDO TRIDIMENSIONAL equivocadamente
llamado hombre posee sensaciones, representaciones
y conceptos.
Jamás podría desarrollarse el sentido espacial sin el
despertar de la Conciencia.
El sentido espacial incluye en forma absoluta los
cinco sentidos y muchos otros que los fisiólogos ignoran
totalmente.



Las gentes duermen, y están por estos tiempos ingresando
al submundo, totalmente convencidas de que
van muy bien.
PAZ INVERENCIAL SAMAEL AUN WEOR  
MENSAJE 1967-1968



















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